Gracias por volver a creer
Durante el proceso de inscripción de la Izquierda Ciudadana hemos sido portadores del mensaje de esperanza para los más necesitados y segregados de Chile, los que han sido víctimas de decisiones políticas de parlamentarios que benefician a las mineras en el norte, a las forestales en el centro sur y las centrales hidroeléctricas de Chile Austral.
Ese mensaje es una proclamación que dice: “Lucharemos por la justicia social para los postergados de Chile. No aceptamos un sistema basado en la falta de oportunidades, que acumula riquezas en las manos de unos pocos a costa de la exclusión de la mayoría. Llegamos hasta aquí y no vamos a dejar que nadie nos haga retroceder”.
Pero ¿por qué ustedes?, preguntarán. Otros dirán: ¿Valdrá la pena? Nosotros, la Izquierda Ciudadana, sabemos que toda lucha por la justicia vale la pena.
Para nosotros, la incredulidad de muchos es consecuencia de años de promesas incumplidas, pero nosotros no podemos vivir del fracaso del pasado. No nos lamentamos por lo que no fuimos, sino que estamos trabajando incansablemente en lo que debemos ser.
Estos han sido tiempos difíciles y a pesar de las dificultades personales y familiares, estamos aquí todos juntos. A pesar del sol, que tiene en sequía la esperanza de muchos. A pesar de la distancia entre la política y la ciudadanía, estamos aquí, porque nos une un inseparable sueño.
A pesar de nuestras diferencias raciales, religiosas, sociales o económicas estamos aquí, porque nos une un sueño y ese sueño es hacer un Chile más justo.
Una persona que sólo se lamenta del pasado no es valiente. En cambio una persona que quiere, puede cambiar el futuro. Ese es el verdadero espíritu de la IC. Quienes fundamos la IC no tenemos miedo a morir por un sueño.
Sin embargo, tengo que admitir que el destino no se puede cambiar sin un equipo como ustedes. Estoy realmente agradecido de todos ustedes, por acompañarnos en la reconstrucción de este sueño que es posible aquí en la Izquierda Ciudadana.
Juntos hemos demostrado que la armonía se puede lograr entre razas y religiones. Amigos y amigas: he dado todo de mí, pero aún no es suficiente. Hoy más que nunca necesitamos esa fuerza de la juventud y la experiencia de quienes tienen más años que nosotros, para que este instrumento político sea de cambio real.
Esta VicePresidencia del Partido le pertenece al militante de base… y no hay más alta bandera que pueda portar un purenino hijo de campesino. Por ello agradezco a ese hombre y mujer que a lo largo y ancho de Chile firmó como fundador del partido que hará historia; sin esa firma de apoyo, este partido no sería la vanguardia de la política a la que aspiramos. Lograremos ese sueño de justicia, porque el país necesita que hagamos lo mucho que falta por hacer. Lograremos ese sueño de igualdad, porque este partido hará lo que no se había hecho nunca antes.
Lo lograremos, porque creemos y queremos a este partido, porque pensamos y apostamos que será un instrumento político útil en la lucha de nuestros pueblos, nuestras comunidades en toda su diversidad, por la dignidad y el efectivo respeto a los derechos humanos de todos y todas, y contribuirá en la indispensable tarea de construir un país más justo. Lo lograremos y no vamos a dejar que nadie nos haga retroceder.
La Izquierda Ciudadana no es sólo un papel y firmas, no es sólo un cargo, es un sueño real que construimos cada uno. Nosotros somos la IC, las personas lo construimos día a día, por eso agradezco a todas y todos quienes dan vida a la ICiudadana de Chile.
“No podemos cambiar el pasado, pero el futuro está firmemente en nuestras manos”.
Un abrazo fraterno, Diego Ancalao Gavilán